El Dr. Jean Seignalet fue doctor en medicina y catedrático en la Universidad de Montpellier. A finales de los años ochenta, comenzó a investigar sobre el mecanismo de ciertas enfermedades y a tratarlas con un régimen alimenticio. Su primer objetivo fue estudiar el reumatismo inflamatorio: trabajó con 46 pacientes voluntarios enfermos de Poliartritis Reumatoidea, quienes siguieron las prescripciones dietéticas correctamente durante un año. Los resultados fueron de un 78% de éxitos duraderos y un 22% de éxitos no menos patentes.
En 1998 publicó "La alimentación, la tercera medicina" y en 2003 "Prevenir y sanar 91 enfermedades incurables, por medio de la alimentación". Falleció en Montpellier el 13 de Julio del 2003.
El propio Dr. Seignalet se curó a si mismo de una grave depresión nerviosa imponiéndose un régimen alimenticio que excluía los cereales y los productos lácteos, y que era rico en productos crudos. Desde entonces ha buscado comprender científicamente cómo una alimentación inadaptada podía acarrear una patología. Y cómo preparar un régimen eficaz y práctico para curar.
Y es que según Jean Seignalet: dos de cada tres cánceres adquiridos, que suman el 95% del total, dependen de la alimentación. Leamos pues un extracto de una entrevista:
"La alimentación moderna actúa sobre el intestino delgado, aportando moléculas que nuestras enzimas no pueden degradar. Grandes moléculas de origen alimenticio se acumulan en el interior del intestino.
Se modifica entonces la flora bacteriana, que se convierte en una flora de putrefacción. Algunas bacterias, más o menos patógenas, son destruidas por las respuestas inmunitarias locales, liberando grandes moléculas de origen bacteriano.
Todo esto agrede la mucosa del intestino delgado y puede hacerla demasiado permeable. Entonces, las grandes moléculas, alimenticias y bacterianas, atraviesan la barrera intestinal y entran en la sangre. Se depositan en diversos tejidos y atascan el organismo. Este atascamiento impide a las células sanas y al medio extracelular, ejercer sus efectos reguladores sobre las células en vías de cancerización.
Por otro lado, el proceso puesto en marcha por el organismo para depurar el medio extracelular de las macromoléculas que estorban, genera radicales libres. En mi opinión, la intoxicación intracelular es la razón principal de la cancerización de las células.
Algunas macromoléculas extranjeras molestan progresivamente, bloqueando el funcionamiento de diversos mecanismos y la acumulación de desechos rompe ciertos equilibrios fisiológicos. Estoy persuadido que este envenenamiento prolongado de la célula termina por acarrear alteraciones del ADN nuclear y provocar anomalías genéticas que conducen al cáncer."
Seignalet realizó un estudio sobre 1000 personas durante cuatro años. Todos habían tenido un cáncer, pero se les consideraba curados: el número esperado de canceres tras el estudio se situaba en 18,42, y el número real ha sido 1. Este único caso fue la recaída de un cáncer de mama, hormonodependiente, en el cual se cometió la equivocación de no darle el tratamiento antiestrogénico.
¿En qué consiste este régimen alimenticio? Se trata básicamente de excluir ciertos alimentos de la dieta diaria y preferir otros no cocinados:
1.- Exclusión de los cereales, excepto: el arroz, trigo sarraceno y sésamo.
La variedad escanda menor (“Einkorn” o Triticum monococcum) es válida, ya que esta sí contiene 7 cromosomas.
Incluso puede que sea tolerada por los celíacos, como afirma Ana Victoria Marín Marín en base a un estudio de la Universidad de Estudios de Padua, según el enlace anterior.
Puede ser que la quinoa y el amaranto también ya que nunca han llegado a cultivarse de forma masiva y puede ser que no estén mutados debido a la selección de la agricultura.
La variedad escanda menor (“Einkorn” o Triticum monococcum) es válida, ya que esta sí contiene 7 cromosomas.
Incluso puede que sea tolerada por los celíacos, como afirma Ana Victoria Marín Marín en base a un estudio de la Universidad de Estudios de Padua, según el enlace anterior.
Puede ser que la quinoa y el amaranto también ya que nunca han llegado a cultivarse de forma masiva y puede ser que no estén mutados debido a la selección de la agricultura.
2.- Exclusión de la leche animal y sus derivados: ya que digerimos tan solo la leche de nuestra especie, y en época de lactancia.
3.- Consumo preferente de productos crudos: más del 70% de la dieta debería ser cruda.
4.- Uso de aceites vírgenes, obtenidos por primera presión en frío.
5.- Prioridad a los productos biológicos.
6.- Consumo frecuente de probióticos y tomar suplementos de magnesio.
Para más información acudir a su libro, a este blog de una lectora del libro de Seignalet " La alimentación. La tercera medicina" a la que le desaparecieron síntomas molestos que le acompañaban desde hacía años o esta excelente presentación.
P.D. En cuanto a los probióticos y suplementos de magnesio, voy a citar algunos alimentos que los contienen en generosas cantidades según sus respectivas webs:
Probióticos: chucrut, chocolate negro, microalgas (espirulina, chorella, y las algas azules y verdes), miso, pepinillos en vinagre, tempeh, té Kombucha...
Magnesio: cacao, soja (aconsejo tomar fermentada/brotes como en el miso), almendras, levadura de cerveza, pipas de girasol, nueces, avellanas, arroz integral...
Fuentes:
Extracto de Entrevista de Martine Laganier - www.medecines-douces.com Publicado en Alternative Santé - L’Impatient (Francia)
Imagen:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aquí tienes papel...deja tu autógrafo.