miércoles, 29 de abril de 2015

LA DIGESTIÓN

La digestión, que es la acción y el efecto de convertir en el aparato digestivo los alimentos en sustancias asimilables por el organismo, es la gran olvidada por nuestra sociedad occidental.

Hay un conjunto de factores que favorecen la capacidad del cuerpo de asimilar nutrientes y otros que impiden su correcta asimilación, lo que puede causar la acumulación de materias fecales en descomposición en el tubo digestivo.

Por un lado, estos deshechos mal digeridos son absorbidos por el torrente sanguíneo. Lo que provoca que las sustancias tóxicas que el organismo no pudo digerir, intenten salir vía sanguínea por otros órganos de excreción como la piel, los pulmones y los riñones sobrecargando éstos y siendo el germen de abscesos, tumores y numerosas enfermedades.

Pero por otro lado, causados directamente por este mal funcionamiento del sistema digestivo, aparecen las gastritis, los reflujos y otros síntomas. 

Lo cotidiano, como dice Oscar Sande en la serie de vídeos que argumentan este breve artículo, es apagar el testigo de aviso acallando los síntomas en lugar de practicar ligeras correcciones en el estilo de vida como estas siete que siguen a continuación:

1.- Beber agua en la proporción adecuada. Como por ejemplo tomar dos vasos media hora antes del desayuno y del almuerzo, uno a media tarde y otro antes de la cena. De manera en que tomemos de seis a ocho vasos de agua al día.

 
2.- Practicar ejercicio regularmente para que nuestro intestino se ejercite también con nuestro movimiento: una simple caminata de una hora o más al día.

3.- Evacuar en cuclillas para favorecer el poder expeler la totalidad de los deshechos.
Sande sugiere que apoyemos los pies a veinticinco centímetros de altura si estamos evacuando sentados. También afirma que no hay que esperar cuando aparece la sensación de dar de cuerpo.

4.- Cenar suave y temprano, a las seis de la tarde, lo que choca con los condicionamientos culturales españoles de cenar más allá de las nueve de la noche

5.- Tomar tres comidas: el desayuno a las 8h, el almuerzo a las 13h y la cena a las 18h. Lo que produce el efecto de evacuar el des-ayuno del día anterior antes de tomar otro. Que debe ser la comida más importante del día: lo que la cultura popular o el sentido común dice acerca de “desayunar como un rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo”.

6.- Tomar abundante fibra de verduras, frutas y cereales integrales. Vamos, ponerle "ruedas" a la comida para que transite fácilmente por nuestros largos intestinos.

7.- No mezclar las fuentes de proteínas concentradas como las carnes, pescados y lácteos con las fuentes de hidratos de carbono concentrados como los son el pan, las patatas, la pasta y dulces como regla general. Y, en cambio, si poder armonizar los dos extremos de alimentos concentrados con vegetales de bajo índice glucémico en comidas separadas. Por causa del distinto grado de ph que tiene que darse en el estómago según se disponga a digerir proteínas o hidratos de carbono.

Otros autores que se basan en la tabla de compatibilidades del doctor Nicolás Capo, especifican que se pueden dar algunas excepciones. Como por ejemplo, en el esquema de una dieta vegetariana basada en productos integrales, el huevo, el queso, la mantequilla y la manzana combinan con todo.

Oscar Sande además recomienda sólo comer carne de animal rumiante y con pezuña rígida, osea, intentar evitar comer cerdo y conejo por ejemplo. Como tampoco recomienda tomar pescados que no tengan aleta ni escamas.

Coloco el primer vídeo de una serie de 7 más, ¡buen provecho y digestión!