jueves, 6 de diciembre de 2012

Respuestas a dudas sobre la macrobiótica.

En la entrada anterior, sobre la introducción a la macrobiótica, quedaron unas dudas sin resolver sobre las frutas y los productos macrobióticos que provienen de lejanos lugares.

Ya que "La macrobiótica es la esencia del Taoísmo" según palabras textuales del ponente de la charla de la introducción a la macrobiótica, voy a tratar de dar respuestas a las dudas planteadas y algunas otras para esclarecer un poco el asunto. 

Lao_Tsé

Dudas sobre todo desde el nivel de la alimentación, que es el práctico y el que plantea mayores controversias desde el enfoque del Taoísmo tradicional y también desde las prácticas higienistas Taoístas tradicionales, modernas y de opiniones basadas en recientes investigaciones científicas por parte de profesionales de la medicina occidental.

1.- Frutas:

De la ponencia sobre macrobiótica pude entender que la fruta opera en detrimento de nuestra salud. Aunque no quedó claro que Griesbach se refiriera  a cualquier tipo de fruta o sólo a la fruta de origen no local ni de la estación. 

En cualquier caso, las recomendaciones en este sentido desde la óptica tradicional Taoísta van encaminadas, como afirma Daniel Reid en su libro "El tao de la salud el sexo y la larga vida", a que partiendo de que en nuestro idioma el Yin/Yang de la dieta se conoce como "trofología", como la búsqueda del equilibrio ácido/básico o "pH" indicado a conocer el efecto que produce la ingestión de determinados alimentos.

 Y como ya se advirtió en un artículo anterior sobre "La causa de todas las enfermedades" y otro sobre las Enzimas que tiene en cuenta este otro enlace sobre compatibilidades alimenticias de natursalus.com.

La teoría es simple, se trata de reconocer a las diferentes frutas como un tipo de alimento que puede ser ácido o subácido  y saber combinarlo adecuadamente. Un ejemplo de ello es:

Frutas ácidas:  naranja, pomelo, lima, limón, fresas, arándanos, piña, tomate.

Frutas subácidas: manzana, pera, melocotón, cereza, uva, albaricoque, nectarina, ciruela, sandía, melón, papaya, etc. Con la excepción de que los plátanos se cuentan como fécula y los higos secos, dátiles, pasas y ciruelas secas se cuentan como azúcares.

-Las frutas ácidas no combinan ni con los hidratos de carbono ni con las proteínas así que deberíamos comerlas solas (El melón también se debe comer solo para una buena digestión aunque pertenezca a las frutas subácidas)

 -Fruta ácida y subácida deben comerse en momentos separados.

-Las frutas subácidas combinan mejor con las proteínas y con los hidratos de carbono  

Pese a todo ello, la fruta proporciona sus mejores beneficios nutritivos cuando se consume con el estómago vacío. El hecho de comer fruta entre comidas a base de proteínas y féculas puede inhibir considerablemente la digestión, porque el estómago aún estará ocupado digiriendo las proteínas o los hidratos de carbono cuando reciba la fruta. En todo caso hay que comerla antes de las comidas de más difícil digestión para que pueda absorberse fácilmente por el intestino y no permanezca retenida, ya que el peligro reside en su fermentación que puede producir gases y sustancias perjudiciales para el organismo.

Hacer un almuerzo exclusivamente de fruta es muy beneficios para los comedores de carne, ya que la comida a base de frutas proporciona enzimas activas, masa fibrosa fresca y ácidos naturales que contribuyen a eliminar los subproductos de la putrefacción del tracto intestinal y de la corriente sanguínea.

2.-Productos macrobióticos:

Daniel Reid corrobora que los taoístas tienden a elegir los productos locales porque es mucho más probable que sean frescos y rebosen con la vitalidad de su propia energía (Qi ) y que las dietas modernas están completamente desacompasadas con las condiciones naturales de geografía, estación y fuerzas cósmicas.

Del mismo modo este autor afirma algo que podría considerarse opuesto a la filosofía macrobiótica, ya que considera que los cereales han constituido la base de la dieta humana desde hace sólo 6.000 o 7.000 años, considerando a los cereales desde el punto de vista Taoísta, como una adición relativamente reciente a la dieta humana, con efectos perjudiciales para la salud y la longevidad.

La expresión bi gu ("evitar los cereales") aparecía repetidamente en la literatura taoísta sobre salud y longevidad. Esto, siempre según Reid, coincide plenamente con los descubrimientos de estudiosos de la nutrición  como Arnold Ehret, el Dr. Herbert Sheldon, Marsh Morrison, el Dr. Norman Walker y V. E. Irons...

Y por eso justifica que durante los últimos milenios la dieta tradicional china se haya basado en los cereales mayoritariamente a causa de las exigencias de la superpoblación.

Concluyendo que los taoístas que "evitan los cereales" disfrutan de vidas más largas y saludables que el pueblo en general, pero que del mismo modo, la dieta tradicional china al menos combina los cereales mucho más armoniosamente que las dietas occidentales modernas.


Fuentes:


Foto:
 

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