Día a día podemos contribuir más para gozar de buena salud restringiendo de nuestra ingesta pequeños aditivos aparentemente inofensivos que buscando la panacea universal en alguna sustancia "con efectos científicos comprobados".
Los casos del café, la leche y la sal ya los he investigado, ahora voy a adentrarme en un orbe de dulzura y nubes de algodón, al lo Katy Perry en California Gurls, que pocos conocerán a excepción de los diabéticos y otros que ya no buscan en el azúcar refinada el disfrute y el placer a costa de su salud.
Creo que tan sólo extrayendo cinco conclusiones del siguiente vídeo del terapeuta Ortomolecular y técnico especialista universitario en patologías alimentarias Rafael Román: "Una droga más. El azúcar, psicoactivo legal" , podemos dar por zanjado el asunto:
1.- La molécula del azúcar refinada, que sólo se diferencia en un átomo de Nitrógeno con la de la cocaína, produce los mismos desórdenes que dicha droga además de hiperactividad en niños. El azúcar lleva hacia una fase de euforia y autoconfianza seguida de otra que nos dirige hacia la depresión, astenia, ansiedad generalizada, irritabilidad y desórdenes emotivos.
También provoca migrañas, hongos, mucosidad y osteoporosis por su alta acidez ya que roba el calcio, las vitaminas, los oligoelementos y disminuye nuestras defensas. Además de crear dependencia psicológica y física, síndrome de abstinencia con palpitaciones y similares efectos.
El azúcar causa hipoglucemia en sangre que hace trabajar al páncreas segregando insulina para retirar todo ese excedente de glucosa. Así, al cabo de unos 45 minutos de su ingesta nos da el "bajón", nuestra mente divaga y dejamos de prestar atención.
Con una dieta escasa en azúcares y de bajo índice glucémico se ha comprobado que se mejora el rendimiento académico y que incluso disminuye la delincuencia. (En un estudio realizado con 3.000 menores delincuentes se reducen en un 45% las conductas antisociales y ya no hay suicidios.)
2.- La ingesta elevada de hidratos de carbono refinados está relacionada con la esquizofrenia porque el enfermo obtiene de los azucares, de la cafeína y del alcohol la estimulación necesaria para crear la adrenalina que fomenta este tipo de desorden.
3.- En el proceso de elaboración del azúcar refinado se eliminan todos sus nutrientes y hoy por hoy lo encontramos en casi todos los productos de alimentación procesados industrialmente. (Al igual que ocurre con la sal)
4.- Una dieta alcalina mejora el tratamiento del cáncer porque éste obtiene la energía que necesita para desarrollarse del azúcar blanco.
Hay que oxigenar el cuerpo con la respiración y eliminar todo rastro del polvo blanco de la dieta, cambiándolo por el azúcar de caña integral no refinado ni teñido y sobre todo por la stevia que regula el metabolismo del páncreas e incluso los latidos del corazón.
Sobre todo no hay que tomar edulcorantes artificiales porque:
Sacarina: derivado del alquitrán prohibido en Canadá y Japón.
Ciclamato: provoca cáncer de testículos en animales de laboratorio y está prohibido en Reino Unido y Japón.
Sorbitol, xilitol y manitol: irritan el intestino provocando diarreas y puede llegar a perforarlo.
Aspartamo: afecta al sistema nervioso central y provoca cáncer en animales de laboratorio
5.- Para dejar la dependencia de éste químico tóxico y dañino, Rafael Román recomienda comer higos, pasas, dátiles, frutas maduras y cereales integrales que estabilicen la glucosa en sangre. También comer cada 2 ó 3 horas, evitar el café y los estimulantes y respirar de forma profunda y rítmica.
Fuentes:
